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La hiperconectividad de la Cibersociedad hipervulnerable

Internet y las redes sociales han cambiado de manera radical en los últimos 5 años el escenario de la amenaza global. Vivimos en una sociedad hiperconectada que, al tiempo que acerca a las personas, como hasta ahora jamás había ocurrido en un gran ágora de conversación, contribuye también a dividirnos, aislarnos, y enfrentarnos en conflictos, a veces no declarados, a través de una suerte de acciones híbridas. Así las describe la nueva Estrategia de Seguridad Nacional aprobada ayer “Se trata de acciones combinadas que pueden incluir, junto al uso de métodos militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica, que se han manifestado especialmente en procesos electorales. La finalidad última que se persigue es la desestabilización, el fomento de movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública.

Estrategia de Seguridad Nacional A estas alturas todos recordamos de qué estamos hablando. Sólo por poner algunos ejemplos: Wannacry, las eleciones presidenciales en EE.UU, el Brexit, el referéndum ilegal en Cataluña,..

Es evidente que el desarrollo tecnológico conlleva una transformación social y grandes posibilidades económicas al tiempo que enormes incertidumbres entorno a conceptos como robotización, inteligencia artificial, ciberespacio, redes, big data, IoT, desempleo, nuevas profesiones,…

Pero si hay un entorno sin duda preocupante donde se están librando buena parte de los nuevos conflictos es el del ciberespacio. La vulnerabilidad es global porque la hiperconectividad lo es. Todos y cada uno de nosotros nos vemos afectados igual que les ocurre a los estados o las empresas (incluidas las infraestructuras críticas). Son factores de riesgo cláramente identificados en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017.

Pero además no es sólo un espacio de interés para ciberdelincuentes, lo es también para ciberterrorista (que afortunadamente aún no han tenido grandes éxitos) y gobiernos interesados en desestabilizar al contrario. Mucho se ha hablado de las posibles injerencias rusas en la geopolítica mundial a través de ciber ataques o patrocinando las fakes news en proceso electorales como el norteamericano, el Brexit o el referéndum catalán.

Cómo se dice en el Estrategia de Seguridad Nacional, “Tales circunstancias de mayor competición geopolítica impactan en el orden internacional establecido y difuminan los límites entre paz y conflicto, que hoy adquiere formas distintas a la puramente militar.

Por lo tanto, las acciones híbridas que combinan las acciones militares con los ciberataques, la promoción de noticias falsas, o la desestabilización económica, son el nuevo escenario de conflicto que nos hace a todos hipervulnerables gracias a nuestra hiperconectividad.

El activismo digital como factor de riesgo

En este sentido, el documento pone también el acento en la capacidad de influencia en las redes sociales como nuevo foco de riesgo capaz de afectar de forma decidida en percepciones y voluntades “el auge de grupos con visiones proteccionistas y nacionalistas exclusivistas es una de las notas dominantes de este periodo. Este fenómeno se ha aprovechado de factores de fondo como la desaceleración del crecimiento económico, la desigualdad o la polarización social e identitaria, y ha adquirido una mayor relevancia internacional y estratégica. La influencia de movimientos exclusivistas crece por el uso masivo de las redes sociales. Asimismo, la manipulación de la información por parte de agentes externos ejerce de factor de influencia en la era de la posverdad, con efectos negativos en la cohesión social y la estabilidad política.

En definitiva, y para concluir, la revolución tecnología que ha primado la hiperconectividad lo ha hecho a costa de incrementar exponencialmente la vulnerabilidad social. Un mundo hiperconectado es un mundo vulnerable en su totalidad. Un ataque en un punto de la red puede acabar afectando a su totalidad y ya hemos tenido ejemplos relevantes.

Hemos pasado de la Sociedad del Riesgo que relataba Ulrich Bech a la Cibersociedad de la vulnerabilidad híbrida.